Creando pequeñas historias para diferentes situaciones de la vida cotidiana, el director Cecs Gay hace un retrato del hombre en los cuarenta. Con un reparto de los mejorcito de esa generación se ha quedado en medias historias y muy lentas, de todos los protagonistas y con un guión que no conduce en muchas de sus situaciones, empezando por la primera historia que es insípida, es Ricardo Darin, que sólo con sus expresiones le ha dado un poco de luz. Al final se reúnen todos en una misma historia que no encaja . Si el reflejo de los cuarenta es la decadencia, espero que los cincuenta sean la resurreción. Mejor pasar PAGINA