Las antípodas de una vida, un viaje imposible para la inmensa mayoría, pero inmenso de sentimientos, que se disfruta enormemente y que tiene una riqueza abstracta muy positiva. Aunque la historia se entremezclan con los familiares, la verdadera filmación lo han creado los protagonistas Albert y Anna unos auténticos mochileros junto al editor, una música relajada y vitalista coherente con la historia, un placer que recomendaría INMENSAMENTE