Dirigida por Ryan Murphy y producida por la HBO, remarca en un tono intimo, con emotividad y dureza, la lucha y división de los activistas gays, que con la escasa ayuda de la comunidad médica, intentaban mostrar la verdad de una pandemia, calificada al principio de los 80, como el «el cáncer gay», el SIDA, con una gran interpretación de Mark Ruffalo, enérgico y elocuente, y un elenco de actores a la altura de un guión acertado muy desgarrador, hacen un film CONTUNDENTE